Las Universidades Españolas deben ser renovadas con urgencia
1 Con un perfil internacional (irrelevante educar en lenguas locales de barrera),
2 dotados de capacidad de aprendizaje autónomo (irrelevante educar embuchando conocimiento) y
3 familiarizados con el uso de las modernas tecnologías de la información y la comunicación (irrelevante el sistema: pizarra, apunte, examen).
España lleva al menos 15 años de retraso en ello con respecto a las sociedades mas avanzadas que realizaron estos cambios en la década de los noventa: Canadá, Australia, Reino Unido, USA, Holanda, Finlandia, Suecia y Alemania. Pero lo más triste es que con nuestra reticencia a reformar nuestras universidades de acuerdo a los principios del Espacio Europeo de Educación Superior incluso nos estamos quedando atrás con respecto a otros países que hasta ahora estaban notablemente más retrasados en formación universitaria: sudeste asiático, algunos países de Europa del este e incluso de Sudamérica.
Países como Taiwán, Singapur, Costa Rica, Chile, Polonia, China y hasta la India tienen gobiernos con visión estratégica conocedores de que sus opciones para aumentar su prosperidad económica pasan por mejorar y modernizar sus sistemas educativos y en consecuencia hacen de la mejora de la educación de sus futuras generaciones su primera prioridad de política estratégica a largo plazo.
Es por tanto, imprescindible y urgente una reforma educativa que realmente fomente la innovación en nuestro sistema educativo Universitario. En España, desgraciadamente, algunos miembros de nuestro gobierno son la más clara demostración de la considerable capacidad de nuestro sistema educativo para producir profesionales incompetentes y carentes de visión estratégica.
Si queremos evitar que países con más hambre y ansia por mejorar (y políticos más inteligentes) nos adelanten y nos releguen al vagón de cola de la economía del conocimiento es imprescindible que emprendamos una reforma educativa de verdad en nuestras universidades, una reforma que de una vez nos acerque en nivel educativo a los países a cuyo nivel económico aspiramos. Mientras muchos países ya están en el camino de adelantarnos en nivel de educación y desarrollo, nuestra clase política esta desperdiciando un tiempo muy precioso discutiendo como deshacemos el nuestro. Con este torpe proceder estamos poniendo en grave peligro la continuación de la prosperidad económica que alcanzó en el último decenio nuestra amada nación.
Alfredo Prieto Martín